Siempre habia pensado que mi vida era bastante aburrida,
solia llevar una lista de cosas que debía hacer por dia, con horarios y
todo, tenia una rutina. Siempre me preguntaba a mi misma que pasaría si un dia
explotara, si cambiara todo, o me arrepentiría, eso siempre me dio mucho miedo.
Ese día estaba llegando a casa, pensando en todas las cosas
que tenia que hacer en el dia. Mi perro me recibió feliz ya que nadie vendría a
recibirme, mis papás jamás están en casa porque trabajan gran parte del día.
Asique mientras ponía algo a cocinar me dirigía a abrir una ventana y para mi
sorpresa cuando la abri cayo una llave a mis pies, la tome curiosa, tenia un
llavero con una foto muy antigua de una mujer. La deje sobre la mesa, quizás
mamá se la había dejado allí, sin mas volvi a la cocina a hacer lo mio, no
tenia tiempo que perder.
Mas
tarde después de haber finalizado con todas mis actividades extracurriculares y
ya de vuelta en casa a punto de que toda la familia se sentara a cenar, recordé
la llave, le conte todo lo sucedido y le pregunte si era suya, ella se
desesperó y me pregunto -¿La tocaste?- y me di cuenta que si le decía la verdad
se preocuparía muchísimo, asique le respondi que no, que la había visto pero
que la deje ahí mismo por si las dudas. Despues de eso tuve que ir corriendo a
dejar la llave donde la había encontrado. Ella me explico que podría llegar a
ser alguna brujería por lo que no me convenia tocar la llave y que ella en la
mañana investigaría un poco mas sobre el hecho. Yo me quede muy preocupada
después de que me dijo eso, porque la verdad si la había tocado ¿y si algo me
pasaba? Me costo dormir esa noche de jueves, me costo muchísimo pero después de
cientos de vueltas en la cama lo logre.
La alarma para la escuela sonó, abri un poco los ojos, los
primeros rayos de sol entraban por las ventanas de mi cuarto, escuche un sonido
extraño, me frote los ojos y me horrorice al ver que mi cama estaba repleta de
arañas, todas retorciéndose, moviéndose de un lado a otro, salte de mi cama gritando
a la habitación de mis padres, ellos ya estaban despiertos –Mamá, papá mi cama
esta llena de arañas, tengo mucho miedo!- ellos se veían confundidos, papá se
levanto y me acompaño a mi cuarto, yo iba escondiéndome detrás de él. Abrio la
puerta y no había nada, ningún bicho, ninguna araña en mi cama –Quizas fue algo
que soñaste, no pasa nada- Pero no era un sueño, yo sabia que las arañas eran
algo real. Sin mas tuve que seguir con mi dia, aunque el pensamiento aun
rondara mi cabeza. Era viernes, mi mejor amiga de la escuela se quedaría a
dormir en casa, seguía temiendo por haber tocado la llave pero me quedaba en
silencio, hasta que no aguante mas y le conte a ella todo lo que había ocurrido
desde que la encontré, le dije que la había tocado, y que mi madre me conto que
podría llegar a ser una brujería. Ella creía que porque sabia que esta noche se
quedaría a dormir le estaba haciendo una broma para asustarla, pero era en
serio.
Esa misma noche mis padres me contaron que irían a una cena
de la empresa en cual ambos trabajaban y nos quedamos solas, mi amiga me dijo –Vamos, era una broma
admitilo- y yo la mire seriamente y le dije –no, todo lo que te dije es verdad-
para luego llevarla a donde la llave se encontraba. Ella se puso palida al ver
ese antiguo llavero y esa llave en mis manos – pe… pero ¿no va a pasarnos nada
no?- le respondi que no sabia, pero que trataramos de no pensar tanto en eso.
La noche avanzo, estábamos en la mesa cenando algo que mi madre había dejado para calentar, y las
luces de la casa empezaron a titilar, El equipo de música se apago, las luces
se apagaron, el único sonido era el fuerte viento que había esa noche. Ambas
gritamos del terror, me acerque a los interruptores de luz y las encendí, se
prendieron como si nada, pero al ver a mi amiga note que se estaba
atragantando, me acerque lo mas rápido posible a ella y presionándola escupió
lo que se almacenaba en su garganta, una cucharacha enorme, ambas saltamos de
la mesa, pero en menos de cuatro segundos la mesa se empezó a llenar de
cucarachas que no sabíamos de donde provenían, corrimos a mi habitación, donde
empezamos a sentir ruidos de golpes en las ventanas, nos paralizamos -¿Qué es
eso?- dijo ella, intente acercarme lentamente, pero las ventanas se abrieron de
par en par, y grandes cantidades de libélulas empezaron a llenar la habitación.
Esto no podía ser peor -¿Qué vamos a hacer?- me preguntaba mi amiga temblando
apretándome un hombro.
No se, salgamos, corrimos hasta la ventana para cerrarla
pero esta se cerro sola, eso nos puso mas histéricas de lo que estábamos,
corrimos a la puerta principal para tratar de escapar de la casa, pero la
puerta estaba llena de babosas, estábamos encerradas, cada paso que dabamos era
aplastar un puñado de insectos, no se podía ver el suelo blanco de la cocina.
Nos metimos a la habitación de mis padres, y empece a buscar
un palo o algo que sirviera para quitar a las babosas de la puerta, mi amiga no
soporto la desesperación y corrió a la cocina -¡No! ¡no lo hagas!- le grite.
Pero fue muy tarde intento abrir la puerta con sus manos, pero las babosas se
subieron a su brazo, casi hasta el codo –Ayudame por favor- me dijo, la tome de la remera y la arrastre hasta mi,
sacudió su brazo y las babosas cayeron, era demasiado grotesco ver su piel,
como en cuestión de segundos esos bichos horribles le habían derretido la piel
-¡Tenemos que limpiarte eso!- corrimos hasta el baño y nos encerramos allí
poniendo cosas para tapar la puerta, a toda velocidad busque el botiquín de
emergencia y cuando lo encontré, empece a limpiar sus heridas con una botella
de agua oxigenada -¡Me duele muchísimo! ¡me duele!- me decía mientras lloraba,
sentí miedo, sentí que no tendría que haber dejado que viniera a mi casa, sabia
que algo malo pasaría pero no quise decir nada.
Algo empezó a golpear la puerta y mientras mi amiga sufria
de dolor en el suelo empece a tapar la puerta con todo lo que encontrara,
cuando movi el lavarropas pude ver una ranura entre los azulejos del suelo, Los
golpes en la puerta del baño eran mas y mas fuertes. En ese momento me di
cuenta, busque en mi bolsillo esa maldita llave y la introduje en esa ranura,
mi amiga me miro casi a punto de desmayarse y gire la llave como si fuese una
puerta, y en efecto lo era, una puerta secreta oculta en el baño de la casa
pero lo que paso a continuación fue lo mas horroroso que pudo haber pasado,
respire profundamente y luego gire la llave.
Los azulejos se abrieron a la mitad y dentro había un
espacio hueco y una nota que tome
temblorosa entre mis manos para luego leerla pensando que seria la solución a
todo este drama pero solo decía ‘’tu vida era aburrida, necesitabas un cambio
pero no hay perdón para los mentirosos’’ se me llenaron los ojos de lagrimas,
me quede sin fuerzas sentada en el suelo esperando simplemente que la puerta no
resistiera y ese algo que estaba intentando entrar lograra su cometido. Pero
ese espacio hueco entre los azulejos empezaron a salir hormigas, una cantidad
increíble de hormigas que se subieron a mi cuerpo y al cuerpo de mi amiga.
Este era el final, el dolor que sentía, de cada mordida,
picadura o lo que sea que fuera me quitaba las ganas de luchar y en esa
milésima de segundo pedi jamás haber deseado que mi vida cambiara y que sea
diferente. Porque mi deseo inconcientemente me llevo a mi propio final.