viernes, 15 de noviembre de 2013

El misterio de la llave

Siempre habia pensado que mi vida era bastante aburrida, solia llevar  una lista de cosas que debía hacer por dia, con horarios y todo, tenia una rutina. Siempre me preguntaba a mi misma que pasaría si un dia explotara, si cambiara todo, o me arrepentiría, eso siempre me dio mucho miedo.
Ese día estaba llegando a casa, pensando en todas las cosas que tenia que hacer en el dia. Mi perro me recibió feliz ya que nadie vendría a recibirme, mis papás jamás están en casa porque trabajan gran parte del día. Asique mientras ponía algo a cocinar me dirigía a abrir una ventana y para mi sorpresa cuando la abri cayo una llave a mis pies, la tome curiosa, tenia un llavero con una foto muy antigua de una mujer. La deje sobre la mesa, quizás mamá se la había dejado allí, sin mas volvi a la cocina a hacer lo mio, no tenia tiempo que perder.
                Mas tarde después de haber finalizado con todas mis actividades extracurriculares y ya de vuelta en casa a punto de que toda la familia se sentara a cenar, recordé la llave, le conte todo lo sucedido y le pregunte si era suya, ella se desesperó y me pregunto -¿La tocaste?- y me di cuenta que si le decía la verdad se preocuparía muchísimo, asique le respondi que no, que la había visto pero que la deje ahí mismo por si las dudas. Despues de eso tuve que ir corriendo a dejar la llave donde la había encontrado. Ella me explico que podría llegar a ser alguna brujería por lo que no me convenia tocar la llave y que ella en la mañana investigaría un poco mas sobre el hecho. Yo me quede muy preocupada después de que me dijo eso, porque la verdad si la había tocado ¿y si algo me pasaba? Me costo dormir esa noche de jueves, me costo muchísimo pero después de cientos de vueltas en la cama lo logre.
La alarma para la escuela sonó, abri un poco los ojos, los primeros rayos de sol entraban por las ventanas de mi cuarto, escuche un sonido extraño, me frote los ojos y me horrorice al ver que mi cama estaba repleta de arañas, todas retorciéndose, moviéndose de un lado a otro, salte de mi cama gritando a la habitación de mis padres, ellos ya estaban despiertos –Mamá, papá mi cama esta llena de arañas, tengo mucho miedo!- ellos se veían confundidos, papá se levanto y me acompaño a mi cuarto, yo iba escondiéndome detrás de él. Abrio la puerta y no había nada, ningún bicho, ninguna araña en mi cama –Quizas fue algo que soñaste, no pasa nada- Pero no era un sueño, yo sabia que las arañas eran algo real. Sin mas tuve que seguir con mi dia, aunque el pensamiento aun rondara mi cabeza. Era viernes, mi mejor amiga de la escuela se quedaría a dormir en casa, seguía temiendo por haber tocado la llave pero me quedaba en silencio, hasta que no aguante mas y le conte a ella todo lo que había ocurrido desde que la encontré, le dije que la había tocado, y que mi madre me conto que podría llegar a ser una brujería. Ella creía que porque sabia que esta noche se quedaría a dormir le estaba haciendo una broma para asustarla, pero era en serio.
Esa misma noche mis padres me contaron que irían a una cena de la empresa en cual ambos trabajaban y nos quedamos solas,  mi amiga me dijo –Vamos, era una broma admitilo- y yo la mire seriamente y le dije –no, todo lo que te dije es verdad- para luego llevarla a donde la llave se encontraba. Ella se puso palida al ver ese antiguo llavero y esa llave en mis manos – pe… pero ¿no va a pasarnos nada no?- le respondi que no sabia, pero que trataramos de no pensar tanto en eso.
La noche avanzo, estábamos en la mesa cenando algo que  mi madre había dejado para calentar, y las luces de la casa empezaron a titilar, El equipo de música se apago, las luces se apagaron, el único sonido era el fuerte viento que había esa noche. Ambas gritamos del terror, me acerque a los interruptores de luz y las encendí, se prendieron como si nada, pero al ver a mi amiga note que se estaba atragantando, me acerque lo mas rápido posible a ella y presionándola escupió lo que se almacenaba en su garganta, una cucharacha enorme, ambas saltamos de la mesa, pero en menos de cuatro segundos la mesa se empezó a llenar de cucarachas que no sabíamos de donde provenían, corrimos a mi habitación, donde empezamos a sentir ruidos de golpes en las ventanas, nos paralizamos -¿Qué es eso?- dijo ella, intente acercarme lentamente, pero las ventanas se abrieron de par en par, y grandes cantidades de libélulas empezaron a llenar la habitación. Esto no podía ser peor -¿Qué vamos a hacer?- me preguntaba mi amiga temblando apretándome un hombro.
No se, salgamos, corrimos hasta la ventana para cerrarla pero esta se cerro sola, eso nos puso mas histéricas de lo que estábamos, corrimos a la puerta principal para tratar de escapar de la casa, pero la puerta estaba llena de babosas, estábamos encerradas, cada paso que dabamos era aplastar un puñado de insectos, no se podía ver el suelo blanco de la cocina.
Nos metimos a la habitación de mis padres, y empece a buscar un palo o algo que sirviera para quitar a las babosas de la puerta, mi amiga no soporto la desesperación y corrió a la cocina -¡No! ¡no lo hagas!- le grite. Pero fue muy tarde intento abrir la puerta con sus manos, pero las babosas se subieron a su brazo, casi hasta el codo –Ayudame por favor- me dijo,  la tome de la remera y la arrastre hasta mi, sacudió su brazo y las babosas cayeron, era demasiado grotesco ver su piel, como en cuestión de segundos esos bichos horribles le habían derretido la piel -¡Tenemos que limpiarte eso!- corrimos hasta el baño y nos encerramos allí poniendo cosas para tapar la puerta, a toda velocidad busque el botiquín de emergencia y cuando lo encontré, empece a limpiar sus heridas con una botella de agua oxigenada -¡Me duele muchísimo! ¡me duele!- me decía mientras lloraba, sentí miedo, sentí que no tendría que haber dejado que viniera a mi casa, sabia que algo malo pasaría pero no quise decir nada.
Algo empezó a golpear la puerta y mientras mi amiga sufria de dolor en el suelo empece a tapar la puerta con todo lo que encontrara, cuando movi el lavarropas pude ver una ranura entre los azulejos del suelo, Los golpes en la puerta del baño eran mas y mas fuertes. En ese momento me di cuenta, busque en mi bolsillo esa maldita llave y la introduje en esa ranura, mi amiga me miro casi a punto de desmayarse y gire la llave como si fuese una puerta, y en efecto lo era, una puerta secreta oculta en el baño de la casa pero lo que paso a continuación fue lo mas horroroso que pudo haber pasado, respire profundamente y luego gire la llave.
Los azulejos se abrieron a la mitad y dentro había un espacio hueco  y una nota que tome temblorosa entre mis manos para luego leerla pensando que seria la solución a todo este drama pero solo decía ‘’tu vida era aburrida, necesitabas un cambio pero no hay perdón para los mentirosos’’ se me llenaron los ojos de lagrimas, me quede sin fuerzas sentada en el suelo esperando simplemente que la puerta no resistiera y ese algo que estaba intentando entrar lograra su cometido. Pero ese espacio hueco entre los azulejos empezaron a salir hormigas, una cantidad increíble de hormigas que se subieron a mi cuerpo y al cuerpo de mi amiga.

Este era el final, el dolor que sentía, de cada mordida, picadura o lo que sea que fuera me quitaba las ganas de luchar y en esa milésima de segundo pedi jamás haber deseado que mi vida cambiara y que sea diferente. Porque mi deseo inconcientemente me llevo a mi propio final.

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