viernes, 17 de mayo de 2013

No te acostumbres a mi, no quiero perderte.

Subimos al auto y camino a casa acelere como si no existiera nadie mas que nosotros en el camino, acelere como si voláramos una noche  en el auto, pero cuando te mire a los ojos vi tu miedo, me sentía seguro como siempre y recordé esas primeras veces cuando no importaba nada y la velocidad nos hacia sentir vivos, cuando sonreías y bromeabas acerca de accidentarnos, morirnos e irnos juntos de este mundo de mierda que no tenia nada que ofrecernos. Fue diferente esta vez, tenias miedo, me pediste que fuera mas despacio, me retenías, ya no te sentías viva, la velocidad ya no te atraía y no me decías nada sobre morir e irnos juntos. Sentí que quizás estabas cansada de hacer siempre lo mismo, no importa cuan vivo me sintiera llevando el coche al máximo, seguías pidiendo que soltara el acelerador. No estaba perdiendo velocidad, te estaba perdiendo a vos, puedo recordarte en el asiento del acompañante sonriendome, sin temor alguno a lo que pudiese pasarnos, te perdí en el momento en que dejaste de sonreirme y yo seguía sin darme cuenta hasta que la puerta del coche se abrió y me dijiste que preferías seguir caminando sola y que podía hacer lo que quisiera, no importa cuantas veces te pidiera que vuelvas y que seria mas precavido, vos no volvías a mi, no importo que me bajara a caminar detrás tuyo pidiéndote que me perdones, diciéndote que no me había dado cuenta de que estabas cansada de mi. Soy un idiota, no se que hacer cuando te estoy perdiendo. 
No se que decirte cuando siento que te cansaste de mi, y aunque por vos dejaría mi auto en el medio de la nada para caminar de tu mano nunca, jamas, supe como decírtelo. No te acostumbres a mi, yo no termino de acostumbrarme a vos, porque se que siempre tenes alguna sorpresa., y lo se muy bien, esta noche te perdí en una ruta oscura y tu amor marchándose fue el que paso junto a mi a toda velocidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario