viernes, 24 de mayo de 2013

La carta perfecta para despedirse.

Pensé que  mis brazos tenían la fuerza de mil mares, siempre creí que mi corazón no podría ser derribado ni por el huracán mas poderoso y llegue a sentir que podía derribar montañas con mi fuerza de voluntad. Siempre pensé que las caídas eran un infinito abismo cuando no te levantas para seguir luchando, aveces quería demostrarle a todos que la persona mas fuerte del mundo era yo y ellos espectadores como millones de ojos en el cielo observandome brillar. Pero la luz que llevaba en el pecho se apago como la vela mas débil se apaga en una tormenta y el mar arrastro mi cuerpo sin ganas de seguir nadando, hoy miré el cielo y mientras dejaba de brillar, mientras las luces se apagaban y se escapaban de mis manos los motivos para luchar decidí bajarme del barco. Soy el libro que olvidaste bajo tu cama una noche de invierno, soy la telaraña en el rincón mas inhóspito de tu habitación. 
Apaga las luces cuando salgas por favor que no me preocupa la oscuridad, no tengo orgullo ni para verme en un espejo y mi abrigo ya no me cubre del frió, no tengo un destino y nadie me espera asique prendo fuego el mapa que alguna vez abrace con esperanza para quedarme perdido discutiendo con mi sombra, y si no vuelvo hoy, no esperes que mañana lo haga, ahora soy parte del océano, soy un retazo de una persona que alguna vez creí que era, estoy abrazado al miedo por temor de que me empuje y se apodere de todo lo que una vez creí valioso en mi vida, estoy caminando con los ojos vendados y de la mano de la cobardía como si con eso fuese capaz de escapar a alguna de mis pesadillas. Y si no fuera suficiente te dejo una frase que invente ''No la llames vida si tu vida es controlada por tus temores''




Si alguna vez decidiera despedirme esta seria la carta perfecta

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