miércoles, 7 de noviembre de 2012

Calzas de red

 No pensé que aquella vez podría ser tan especial, cuando llegaste y me encontraste ahí esperando, reposando en la pared,  no existían los relojes ese día. Me acuerdo perfectamente, esas calzas de red que llevabas, vos sentada en aquel viejo sofá y yo con un cigarrillo mirando por la ventana. Una botella de vodka, que disfrutaríamos mientras charlamos y escuchábamos un disco que pusiste... no recuerdo de quien era,. Solo nosotros dos, en un pequeño cuarto, con un sofá viejo, una cafeteras y los supuestos espíritus.
Uno o dos cigarrillos de convirtieron en uno o dos atados, la botella quedo vacía tirada en algún lugar,  nosotros sonrientes  sentados en el suelo mirando el desgastado papel tapiz.
Nunca se me ocurrió pensar que aquella vez podría ser tan especial, una taza de café se convirtió en dos, y dos luego se convirtieron en 4 ... Los que me conocen saben que tengo muchos problemas serios de memoria, pero ese día lo recuerdo a la perfección, recuerdo como te recostabas en mi hombro y mirábamos el techo buscando telarañas, buscándonos a nosotros mismos en algún lugar. 
Entre risas y canciones melancólicas, la noche cayó de sorpresa y los cigarrillos se terminaron. Te hable sobre los espíritus que se encontraban en esa habitación, nunca supe si me creíste o si creías que yo solo quería asustarte. El disco llego a su fin, y fue cuando nos pusimos de pie para marcharnos de allí, se que cuando me mirabas siempre te sonreía no importa de que humor halla estado, o si el perro no me dejo dormir, o si el gato se orino en mis sabanas mientras yo estaba soñando. y eso es porque siempre que yo te miraba vos me sonreías a mi.
Mucha gente dice que nada es para siempre, pero se equivocan porque los recuerdos valiosos permanecerán siempre. Aunque esa sea la ultima vez que tengas cerca a esa persona, aunque se vaya a un lugar lejano del que sea imposible regresar. dentro de tu mente  vos sos el único capaz de poner las reglas.

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