martes, 14 de agosto de 2012

Nuestra fuga


Los meses pasaron frente a mis ojos como los minutos en un reloj. Me deshice de todo lo que alguna vez fue valioso para mi, la primer bicicleta que me regalaron, la computadora por a cual ahorre mas de un año.
todo se iba para poder conducir lejos, lejos de este venenoso lugar al que por tanto tiempo llame hogar; deposité una caja en el baúl y arranque en la noche, sin despedirme. llegue a casa de mi novia, ella salio deprisa y al subir al auto note que tenia miedo, lo vi en sus ojos, ''sabes cuanto quiero demostrarte que eres la única para mi'' fue todo lo que dije antes de fugarnos de allí.
La carretera nos cubría con su profunda oscuridad, una botella de licor seria nuestra compañera esta noche.
sus ojos se llenaban de lágrimas por cada trago que ella tomaba, tome su mano sin desviar la mirada del camino ''esta vez le demostraremos a todos lo mucho que significamos'' y seguimos huyendo... y después de todas las cosas que nos hicimos, yo conduciría hasta el fin con ella, descansamos en una vieja gasolinera de esas que hay en los pueblos pequeños casi perdidos y allí el adiós al dinero de esas cosas que me importaban, la noche crece mientras la nieve cae en el maldito cielo. Ella se muestra nerviosa pero no quiero decirle que todo lo que somos son balas en el cargador de una pistola, solo seguiríamos huyendo hasta que las botellas se vacíen y el tanque de gasolina haya quedado en cero.
En un barranco el auto se detiene y caminamos de la mano como fantasmas atravesando la nieve, con la caja que llevaba con municiones, mientras acariciábamos nuestras manos apunto de ser eternos. veré tus ojos en esta piscina de sangre y cuando nuestras miradas se encuentren y nos enfriamos, lo prometo, para siempre

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